EL EROTISMO QUE ENGAÑA

Yo solía acariciar las mejillas de mi amada con la punta de mis dedos, sintiendo su cálida piel, me excitaba cada vez que ella sonreía, pues la blancura de sus dientes se me antojaban en una mordida. Cuando despertaba de ese sueño, sentía como mi alma la pedía a gritos...
💏💗

La veía por el reflejo de la ventana y creía que en cualquier momento me miraría. Pero no era así, ella solo evitaba aquel deseo, pues muy en el fondo yo sentía que ella me deseaba tanto como yo a ella.
Ella me enfermaba poco a poco, me curaba y me transformaba en un loco. Eramos un par de humanos inestables. Vivíamos en días de amor invernal, ansiábamos el calor los dos.
Hasta que un día me atreví a sentarme frente a ella, me gire y le sonreí con timidez, sentí que su expresión sería de disgusto, pero no fue así, ella me asentó la cabeza y acaricio mi mejilla izquierda.
Me limpió las lágrimas que la felicidad abundaba en mí.
La tomé de las manos y le dije: "Lo nuestro ha sido un secreto que nuestros corazones habían ocultado, pero estoy dispuesto a amarte como desde antes, hasta que se termine el último latido de mi corazón".
Ella contestó: "No deseo un siempre juntos, deseo un cada día juntos y ansió cuidar esos latidos".
Las sonrisas de ambos de extendían a los costados de ambos y nos dejamos vencer por un beso cálido, nos acariciábamos las manos comenzamos a decir que estar juntos era una aventura secreta.
Nuestro erotismo nos engaño, y nos dejo acelerar nuestros corazones al compás de un leve gemido de  mi amada, pasaron los minutos que fueron eternos para los dos y al abrir los ojos su cara estaba recostada en mi pecho y su mano sobre mi rostro, mi mano acariciando su espalda tocando un circulo de Sol. La conexión de ambos era intensa y única.

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