EL EROTISMO QUE ENGAÑA

Yo solía acariciar las mejillas de mi amada con la punta de mis dedos, sintiendo su cálida piel, me excitaba cada vez que ella sonreía, pues la blancura de sus dientes se me antojaban en una mordida. Cuando despertaba de ese sueño, sentía como mi alma la pedía a gritos... 💏💗 La veía por el reflejo de la ventana y creía que en cualquier momento me miraría. Pero no era así, ella solo evitaba aquel deseo, pues muy en el fondo yo sentía que ella me deseaba tanto como yo a ella. Ella me enfermaba poco a poco, me curaba y me transformaba en un loco. Eramos un par de humanos inestables. Vivíamos en días de amor invernal, ansiábamos el calor los dos. Hasta que un día me atreví a sentarme frente a ella, me gire y le sonreí con timidez, sentí que su expresión sería de disgusto, pero no fue así, ella me asentó la cabeza y acaricio mi mejilla izquierda. Me limpió las lágrimas que la felicidad abundaba en mí. La tomé de las manos y le dije: "Lo nuestro ha sido un secreto que nuestros corazo...